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En este vídeo vamos a hablar de tacones y vamos a ver por qué no deberías llevarlos y sé que muchas personas especialmente mujeres se van a ofender cuando digo esto, pero si miramos los datos y si miramos los números vemos que realmente los tacones no son una buena cosa y no deberíamos de usarlos y no estoy hablando solamente para las mujeres sino que para los hombres también.
La primera cosa que vamos a ver es que llevar un tacón de dos centímetros y medio es suficiente para incrementar el estrés en las articulaciones del pie y del tobillo un 22%, si subimos a unos siete centímetros y medio incrementa el estrés un 76%, eso es realmente dramático. Entonces qué ocurre cuando llevamos tacones, el pie está inclinado, el talón más levantado y el estrés al nivel de las articulaciones especialmente de los dedos del pie es tremendo. Esto causa inflamación, desgaste, degeneración, causa también deformación de los dedos de los pies.
Segundo, al tener el pie en esta posición no pisamos correctamente eso significa que el movimiento, la movilidad del tobillo, de las articulaciones del tobillo se ve afectada. Como consecuencia a lo largo del tiempo esto va a causar una pérdida de movilidad a nivel de las articulaciones del tobillo y hacer que el cuerpo, para compensar, activara otras articulaciones, causando otros desequilibrios en el cuerpo afectando las rodillas, las caderas, la pelvis, las lumbares, hasta incluso el cuello y las cervicales. Otra cosa que ocurre al llevar tacones es un acortamiento del gemelo porque al tener el pie con el talón levantado el músculo se encoge literalmente. No puede trabajar con su tamaño total y, con el tiempo el músculo va a reducir de tamaño y esto causa muchísimos problemas. Eso significa que cuando no llevamos estos tacones el músculo se estira causando estrés a nivel del tendón de Aquiles, de la inserción del tendón de Aquiles en el talón otra vez causando problemas de inflamación, de degeneración y de desgaste.
Las consecuencias más comunes de llevar tacones es una osteoartritis, un desgaste de las articulaciones, problemas de fascitis plantar, como dijimos antes también de deformación de los dedos de los pies y problemas al nivel del funcionamiento de la pérdida de movilidad del tobillo y este acortamiento del gemelo y de los músculos de la pierna. También problemas y degeneración en las rodillas.
En mi experiencia personal he trabajado durante muchos años con zapatos de tacones, no son tacones muy altos, es de apenas un centímetro y medio que no es mucho pero al final del día estaba muy cansado, me dolía la espalda tenía la zona lumbar muy cargada y acabé desarrollando un problema de rodilla, entonces a partir de este momento decidí cambiar de zapatos empecé a llevar zapatos completamente planos. Hoy en día llevo unos zapatos con apenas 2 milímetros de tacón que es casi plano muy poca cosa y todos mis problemas se han solucionado y eso que estoy ajustado de manera regular. Es parte de mi trabajo, pero incluso una persona como yo que sabe todas estas cosas pues los tacones me engañaron y al cambiar de zapato, he notado unos cambios tremendos y llevo ahora varios años con zapatos planos y no tengo estos problemas que tenía antes.
Una prueba sencilla que puedes hacer para ver si sufres pérdida de movilidad en el tobillo o un acortamiento del gemelo es lo que llamo la prueba de la pared. Lo que vas a hacer es, descalzo poner un metro en el suelo y vas a poner tu pie en el suelo, intentar llegar a tocar la rodilla en la pared sin levantar el talón del suelo. La medida media para las mujeres haciendo esta prueba es de unos 11 centímetros para los hombres es de unos 14 centímetros. Entonces lo que puedes hacer es empezar poniendo la punta de tu pie a unos 5 centímetros no olvides descontar el tamaño, el espesor del zócalo. Yo cuento más o menos 1 centímetro de zócalo entonces, se empieza a unos cinco centímetros, dobla tu rodilla y a ver si consigues tocarla a la pared sin despegar tu talón del suelo. Si consigues hacerlo a unos cinco centímetros mueve tu pie un poco más atrás por ejemplo a 7 u 8 centímetros y haz la prueba de nuevo y otra vez muévelo hacia atrás hasta que notes que ya no puedas tocar la pared sin despegar el talón del suelo. Si consigues tocar tu rodilla a la pared manteniendo el pie en el suelo con la punta del pie, si eres mujer a unos 11 centímetros y si eres hombre a unos 14 centímetros de la pared, en principio no tienes problemas de movilidad ni en el tobillo ni problema de acortamiento del gemelo. Sin embargo si tienes una distancia menor y no consigues hacerlo sin despegar el talón del suelo puedes sufrir uno de los dos problemas. ¿Cómo sabes si es un problema de tobillo o un problema de gemelo? Es muy sencillo: si notas que al hacer esta prueba notas una rigidez o un dolor, una molestia o un bloqueo a nivel del tobillo pues sencillamente aquí tienes una pérdida de movilidad a nivel del tobillo. Si notas que te tira en el gemelo es que seguramente tu gemelo se ha acortado y básicamente ha encogido.
Entonces cuál es la solución, en mi opinión mi recomendación es de llevar zapatos planos, es muy sencillo, y así evitamos todo tipo de problema tanto al nivel de movilidad de tobillo como de degeneración de las articulaciones o de acortamiento de los músculos de la pierna. Si nuestro pie fue diseñado de la manera en la cual está diseñado es por algunas razones, para su funcionamiento óptimo al nivel articular, al nivel muscular, al nivel óseo, al nivel tendinoso y ligamentoso. Si nuestra sociedad moderna nos dice que eso es lo que tenemos que hacer o por qué es más bonito; si artificialmente subimos el talón de nuestro pie cambiamos completamente la biodinámica de las articulaciones y el funcionamiento de los músculos y eso tiene sus consecuencias. Entonces tú eliges, evidentemente si te gusta llevar tacones y estás dispuesto a asumir las consecuencias que tiene, sigue llevando tacones, pero si quieres olvidarte de todos estos posibles problemas sencillamente lleva zapatos planos.