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La escoliosis es una lesión que se produce en la columna vertebral, principalmente como consecuencia de malas posturas. Provoca molestias y en ocasiones, un dolor, afectando la salud de quien la padece.
Se trata de una deformidad tridimensional de la columna, que se puede presentar en personas de cualquier edad, cuyo avance puede frenarse por medio de la quiropráctica para evitar el desarrollo de un problema crónico.
Como escoliosis idiopática se conoce a una curvatura muy pronunciada de la columna, que puede ser de origen congénito, aunque también se puede deber a problemas en el proceso de crecimiento, hormonales, en un músculo de la espalda, o por malas posturas, entre otros.
Esta condición conlleva a una rotación de las vértebras en diferentes grados, provocando tensión y contracción muscular. Se traduce en un dolor de espalda permanente y requiere la aplicación de un cuidado adecuado para reducir las molestias que genera en el cuerpo.
Las curvaturas pueden tener forma de C, a la que se conoce como curva simple, o forma de S, que es una curva doble, la más dolorosa y compleja.
En los casos en los que la fisiología de la persona demuestra una escoliosis grave, puede necesitarse asistencia sanitaria para someterse a una cirugía que permita corregir la postura del hueso que se encuentra afectado.
La quiropráctica representa uno de los métodos no invasivos más adecuados para evitar el avance del desvío de las vértebras, debido a que se lleva a cabo para alinear correctamente la columna vertebral, liberando los nervios de posibles compresiones y relajando los músculos que rodean las vértebras, así como las articulaciones.
Uno de los objetivos de la quiropráctica en estos casos es reducir el nivel de dolor. Se logra por medio de ajustes, que provocan la liberación de endorfinas, así como la alineación adecuada de la columna vertebral.
Los ajustes quiroprácticos ayudan a reducir considerablemente la tensión que la escoliosis suele provocar en los músculos que rodean las vértebras afectadas, logrando que la movilidad mejore y el nivel de dolor se minimice.
Cuando la tensión de los músculos de la espalda se reduce, la movilidad general de la columna y la funcionalidad de las vértebras mejora considerablemente, haciendo así que las articulaciones trabajen de manera correcta.
La quiropráctica ayuda a que la movilidad de la columna sea correcta, al llevar las vértebras al lugar adecuado, con esto se logra detener o atrasar el posible progreso de la desviación.