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Los germinados son un alimento muy beneficioso: fácil de preparar, llenos de vitalidad, fácilmente digeribles y con propiedades antioxidantes. En una palabra, son muy saludables.
Lo hemos hecho todos: poner un poco de semillas en un recipiente, un poco de agua, y maravillarse ante las transformaciones que sufren estas semillas en pocos días. Estos cambios crean una nueva planta con propiedades dietéticas increíblemente interesantes. Los nutrientes contenidos en las semillas, destinados a alimentar el desarrollo de la nueva planta, se van a transformar. Por efecto enzimático se van rompiendo las moléculas, tanto las largas, como las moléculas de almidón, o las complejas que forman proteínas. También se liberan ácidos grasos que constituyen las grasas de depósito, lo que determina la fácil digestión de las semillas.
Durante el proceso de germinación ocurren otros cambios extraordinarios como la síntesis de enzimas, clorofila y vitamina C. Estas dos últimas son antioxidantes, sustancias vitales que no se hallan en semillas sin germinar.
Sorprendentes Saponinas y Fitatos
Un elemento llamado saponinas existe en las semillas y aumenta durante el proceso de germinación. Los científicos hicieron experimentos con saponinas y observaron que in vitro estas sustancias destruyen los glóbulos rojos, y por ello, al principio las clasificaron como nocivas. Pero después de haber hecho más experimentos in vivo, es decir, en nuestro organismo, descubrieron que además de no ser nocivas porque no destruyen los glóbulos rojos, son beneficiosas porque ayudan a disminuir el nivel de colesterol y tienen un efecto anticancerígeno.
Los fitatos, contenidos en semillas de cereales y legumbres, en un principio, se consideraron también problemáticos porque dificultaban la absorción intestinal de hierro, calcio y zinc. Pero, durante el proceso de germinación desaparecen buena parte de estos fitatos. Además, se han demostrado los innumerables beneficios de los fitatos: impiden que un exceso de hierro dañe la mucosa intestinal, evitan la formación de cálculos renales y son anticancerígenos.
BROTES DE ALFALFA
Unos de los germinados más conocidos es la alfalfa, se trata de una de las verduras más nutritivas que existen. Los germinados de semillas de alfalfa son ricos en proteínas, vitaminas C y K, ácido fólico y minerales como hierro, calcio, magnesio, y fósforo. Por todo ello se le atribuyen las siguiente propiedades: antianémicas (por su contenido en hierro, cobre y vitamina C), antihemorrágicas (por su riqueza en vitamina K), antirraquíticas (por la vitamina D que aporta).
También su aporte de enzimas digestivas (amilasas y proteasas) facilita la digestión de otros alimentos, y la presencia de saponinas ayudan a reducir el colesterol en la sangre. Un aviso para la personas con enfermedades auto-inmunes, deben prescindir de ellos.
Germinar en casa paso a paso:
Germinar es una actividad sencilla y con resultados extraordinarios para la salud.
1. Comprar semillas adecuadas en una herboristería
2. Lavarlas con agua del grifo y ponerlas en un recipiente cubriéndolas completamente con agua.
3. Dejar las semillas reposar, cambiando el agua una o dos veces al día, hasta que estén germinadas.
4. Una vez que ha germinado, se pueden conservar unos días en la nevera, pero con el tiempo pierden de sus propiedades.