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Logras la hidratación adecuada asegurándote la ingesta de suficiente líquido, tanto con las comidas como entre ellas. Es mejor que bebas agua que otro tipo de bebidas, e incrementa tu consumo de verduras, frutas y ensaladas. No bebas sólo cuando tienes sed, debes hacerlo antes de tener esa sensación.
El agua es uno de los componentes principales del cuerpo y resulta esencial para todos los órganos. Por ello es indispensable una adecuada hidratación para garantizar el buen funcionamiento de tu organismo para una buena salud.
La toma de agua es el proceso al que se le conoce comúnmente como hidratación. Debes realizar todos los días para asegurar que tu organismo cuente con la cantidad de líquido necesario para funcionar correctamente.
Pese a que existen muchas otras bebidas, el agua es la que mejor hidrata; además es saludable y mucho más natural para la salud mental y física. De hecho, un gran porcentaje del cuerpo está compuesto de agua.
Las proporciones de agua que posee un ser humano aproximadamente son: 90% del cerebro, 83% de la sangre, 75% de la masa muscular y un 22% de los huesos.
La mayoría de los órganos y demás elementos que componen el cuerpo humano tienen un alto porcentaje de agua. La necesitan para funcionar de manera correcta, ya que este líquido garantiza el adecuado transporte de los nutrientes y asegura las reacciones químicas propias del organismo.
El consumo de agua es tan importante que una disminución de ella, equivalente a un 10%, puede provocar reacciones nefastas como consecuencia de la deshidratación.
Hidratar adecuadamente el cuerpo es un proceso que aporta una serie de beneficios importantes: ayuda a mejorar los niveles de presión sanguínea, evita posibles lesiones del cuerpo, favorece la ejecución de las funciones vitales, previene un golpe de calor o la retención de líquidos.
Además, el agua ayuda a diluir bien las sales minerales, permitiendo así que el organismo las absorba con facilidad, al tiempo que estimula la eliminación de las toxinas del cuerpo a través de la orina.
La cantidad de líquido que necesita una persona al día depende directamente del tipo de actividad que ésta realiza; sin embargo, en líneas generales la recomendación de los expertos es consumir de 2 a 2,5 litros de agua al día. En caso de practicar deporte, ejercicio físico o llevar una dieta especialesto puede aumentarse o variar.
Cuando esto no ocurre de manera adecuada, la sed aparece indicando que el cuerpo se está deshidratando. No se debe esperar a tener sed para consumir agua o una bebida hidratante.
En caso de tomar agua en exceso, los riñones no tienen la capacidad de excretar tanto líquido, por lo que comienza a acumularse en el cuerpo. Esto provoca dolor de cabeza, náuseas y diarrea.
Es importante mantener una buena hidratación del cuerpo, por lo que debe consumirse como mínimo dos litros de agua al día, de forma paulatina y a lo largo de las 24 horas.
No tomes o regula las bebidas alcohólicas porque suelen provocar un efecto diurético que conlleva a la deshidratación. También debes evitar el refresco y la cafeína porque resecan los órganos.
Entre las claves principales de la hidratación se encuentra llevar una dieta sana, ingerir unos 500 ml de agua una hora antes de practicar ejercicio, beber cada 15 o 20 minutos de 100 a 200 ml.
Después de practicar deporte debes reponerte el líquido perdido por el sudor, tomando agua con cierta frecuencia. También puedes observar el color de la orina, cuando está oscura significa que hay deshidratación. Toda el agua que bebes debe estar a una temperatura de 15° a 22°.
En caso de que estés tomando alguna medicina, es importante que consultes a quien te la recetó o en la farmacia, si ésta afecta tus niveles de hidratación, para ajustar adecuadamente el consumo de agua.
Los colectivos de riesgo son aquellas personas que pueden sufrir una deshidratación rápida, como los bebés, los niños, la mujer embarazada, los ancianos y los deportistas. Ellos requieren de una hidratación constante para garantizar su buena salud.
Hidratarse de manera correcta en todas las etapas de la vida proporciona beneficios importantes: ayuda a que todos tus órganos funcionen de manera correcta, tu cuerpo no acumulará toxinas y tu cerebro trabajará adecuadamente, incluso en la vejez.
Hidratarse a diario, se realice ejercicio físico o no, es un proceso muy beneficioso porque garantiza el adecuado funcionamiento celular, metabólico, digestivo, cerebral, renal, circulatorio, entre otros.
Cuando no nos hidratamos de la manera adecuada, los órganos no se oxigenan bien, pierdes fuerza y resistencia, el apetito y la capacidad de concentración, se presenta la somnolencia, el equilibrio se ve afectado y corres el riesgo de sufrir infecciones del sistema urinario y enfermedades dentales.
Los síntomas de deshidratación son malestar, dolor de cabeza, cansancio excesivo, orina de color oscuro, falta de concentración, entre otros.
A la hora de practicar algún tipo de ejercicio, es importante tomar agua una o dos horas antes. También es necesario beber agua durante la práctica deportiva.
Cuando se practica un ejercicio físico extremo se pierde agua a través del sudor, a un nivel de uno a dos litros cada hora. Esto hace necesario reponer el líquido tomando agua en períodos de 10 o 15 minutos, un poco fría para estabilizar la temperatura del cuerpo.