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La quiropráctica resulta muy efectiva para ayudar a que el sistema nervioso, la columna vertebral y el cuerpo en general funcione de manera adecuada. Año tras año más personas acuden a estos especialistas para que les ayude a mejorar su salud gracias a este método nada invasivo.
Incluso el trabajo del aparato digestivo puede mejorar considerablemente con la quiropráctica. La mayoría de los problemas de digestión o de estómago se deben a alteraciones en el sistema nervioso que pueden corregirse con los ajustes quiroprácticos.
Las emociones provocadas por la ansiedad y el estrés suelen manifestarse en el sistema digestivo de una persona, el cual comienza a presentar algunos problemas de funcionamiento como el estreñimiento, las digestiones pesadas, inflamación, ardor estomacal, entre otros síntomas.
Este tipo de malestares tienen una influencia negativa en el estado de ánimo y bienestar, que pueden ser canalizados de la mejor manera por medio de la quiropráctica. La quiropráctica es un mecanismo a través del cual se alinea el cuerpo y se estimula el buen funcionamiento del sistema nervioso central, provocando un estado de relajación que mejora estas condiciones.
De acuerdo con algunos expertos en la materia, cuando el sistema nervioso no funciona bien, puede conllevar al desarrollo de problemas digestivos. Muchas de las funciones del sistema digestivo son contraladas directamente por el tronco encefálico, específicamente por medio del nervio neumogástrico o vago.
El tronco encefálico se encuentra en la parte superior de la columna vertebral y es el centro desde donde se dirigen funciones vitales como la digestión de los alimentos. Por tanto, si las vértebras no se encuentran alineadas de manera correcta, en especial a la altura de la cervical o cuello, estas funciones se ven entorpecidas.
Más allá de la ingesta de un tratamiento específico para controlar cualquier síntoma de mala digestión, es importante identificar el problema de raíz de esta condición, que generalmente se asocia con una alteración en el sistema nervioso.
Precisamente por ello, la quiropráctica resulta un método efectivo para aliviar los problemas estomacales sin necesidad de procedimientos invasivos, pues es una técnica que produce una disminución considerable del estrés, evitando así el círculo vicioso que se genera entre la tensión emocional y la disfunción del estómago.
Aunado a esto, la quiropráctica es muy efectiva para estimular el sistema inmunológico, por lo que representa un cuidado preventivo ante nuevas disfunciones digestivas que se puedan presentar.
Con la quiropráctica, el metabolismo se activa muy bien, ayudando así a que todo el organismo funcione de manera correcta.
Aun cuando la quiropráctica puede ayudar a mejorar los problemas digestivos, es muy importante tener en cuenta otros consejos para mantener un estómago saludable:
Llevar una dieta sana, baja en grasas, carbohidratos y calorías, alta en fibra, pues este componente es indispensable para una digestión adecuada.
Es muy importante consumir agua constantemente para que el estómago y todos los tejidos del cuerpo se mantengan hidratados de manera correcta.
Practica ejercicio con frecuencia, evitando así el sedentarismo que puede hacer que la digestión de los alimentos sea más lenta.
Reduce de forma radical la ingesta de bebidas gaseosas, café, alcohol, azúcar, así como los alimentos que poseen conservantes y otros aditivos.
Practica alguna actividad al aire libre, ayuda a liberar las tensiones y mejora considerablemente el estado de ánimo.
Al ser la quiropráctica un método nada invasivo, resulta ser muy ventajosa para los niños. Lleva a tu pequeño a un quiropráctico para que ajuste su cuerpo y le permita disfrutar de los beneficios que esto le proporciona.
Además, la quiropráctica ayuda a que todos sus sistemas, incluyendo el digestivo, trabajen adecuadamente, brindándole así una sensación de relajación y tranquilidad que lo harán estar más saludable todos los días.
Con esta práctica también se estimula su proceso cognitivo, por lo que mejora su capacidad para aprender cosas nuevas, algo que resulta muy útil, en especial cuando están en la etapa escolar.
Como en la quiropráctica se asegura que todas las vértebras de la columna se encuentren bien alineadas, los pequeños corren menos riesgos de sufrir una escoliosis u subluxación a temprana edad.
Los niños que reciben ajustes quiroprácticos suelen dormir mucho mejor. Su descanso es bastante placentero, evitando así que presenten algún tipo de ansiedad, cefalea o cualquier otro malestar, sobre todo durante la etapa escolar. De hecho, con esto se minimiza el consumo de medicamentos para tratar alguna condición específica en los pequeños.
La flexibilidad y la capacidad para moverse con rapidez también mejoran considerablemente cuando los niños asisten a la quiropráctica, lo que les ayuda a obtener un rendimiento mucho más alto durante las prácticas deportivas y además evitan el desarrollo de posibles lesiones.
Otro de los grandes beneficios que tiene esta práctica en los niños es que reduce los episodios de irritabilidad y ansiedad, incentivando un estado de tranquilidad constante. Esto resulta ideal para los niños que presentan una condición de hiperactividad, pues les ayuda a mejorar sin necesidad de suministrarles medicamentos para ello.
Este método es muy ventajoso para toda la familia, por lo que te recomendamos ponerte en manos de los mejores. Después de todo se trata de tu salud y la de los tuyos, algo que siempre será una prioridad.