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¿Has dejado de moverte últimamente y parece que no puedes arrancar el “coche” de nuevo? O tal vez nunca te has movido y no sabes por dónde empezar. De todas maneras, hay formas sencillas de iniciar un programa de ejercicio razonable que mejorará tu salud física y mental en muy poco tiempo.
Aquí tienes tres sugerencias para ayudarte a empezar a moverte antes de que termines atrofiado:
-El poder del ritmo. Un programa de ejercicios efectivo no requiere que salgas a correr todos los días, sobre todo si has estado inactivo mucho tiempo o si nunca has hecho ejercicio. De hecho, un ejercicio muy largo o con un ritmo demasiado fuerte puede provocar esguinces, distensiones o lesiones por sobreesfuerzo, que te pueden llevar a estar sentado en el sofá durante semanas o incluso más tiempo.Tu cuerpo no está acostumbrado a un ritmo fuerte o a una rutina de intervalos, así que no te excedas a la primera de cambio. Comienza con actividades como caminar a diario (30 minutos o más) o ejercicios sencillos y continúa mejorando.
-Nunca te aburras. Mientras estés aumentando la intensidad, la duración y la complejidad del entrenamiento, es probable que descubras que unas actividades te gustan más que otras. Está BIEN tener ejercicios “fijos”, pero no quedar atrapado en una rutina y repetirla una y otra vez semana tras semana, mes tras mes o acabarás aburrido y no sólo mentalmente. A medida que tu cuerpo se adapta a los mismos ejercicios, “se aburre”, también en el sentido de que el ejercicio deja de ser un desafío. Un cuerpo sin desafíos no responde a la tensión de la actividad a la que lo quieres someter, simple y llanamente. Así que mezcla los ejercicios y tendrás el resultado (y la motivación) en marcha.
-Date tiempo. ¿Buscas resultados inmediatos? Date tiempo. ¿Cuánto tiempo te costó asumir tu condición física actual? Entonces no esperes que las cosas cambien en un par de semanas. Sí, te sentirás mejor, pero la forma física necesita un proceso y los resultados se manifiestan cuando menos te lo esperas (a veces cuando estás haciendo un descanso en tu rutina diaria, aunque no te lo creas). Así que, mantén la cabeza alta, prepara el “plan” y dentro de unos meses vas a estar en una situación mucho mejor que hoy.