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¿Qué Te Dice Tu Dolor?
El dolor significa que algo funciona mal. Las migrañas, los calambres musculares, los dolores de espalda y otros problemas son a menudo señales de advertencia de un problema aún mayor. Pero demasiadas personas ignoran su dolor o toman medicamentos para enmascarar los síntomas. Todos hemos experimentado un dolor en algún momento de nuestras vidas y, por supuesto, todos queremos evitarlo. Si tenemos dolor, generalmente significa que algo malo está ocurriendo en nuestros cuerpos. El dolor es una señal de la naturaleza que nos dice: “Presta atención. Tu cuerpo está siendo dañado. Necesitas ajustarlo para curar este daño y evitar que te ocurra de nuevo.”
¿Es todo relativo?
Al tratar de evaluar el grado de dolor que tienes, piensa en el cuento de la rana. ¿Cuál es la cuento de la rana? Si metes una rana en agua hirviendo, inmediatamente salta de la cazuela. Sin embargo, si metes una rana en una cazuela con agua fría y la calientas gradualmente, la rana permanecerá dentro y dejará que la hiervas hasta morir. Tal vez sea un poco terrible, pero es cierto. Lo mismo puede decirse de los seres humanos. Al igual que la rana, si el dolor viene gradual y progresivamente es peor, porque una persona puede no darse cuenta de su grado de disfunción física hasta que sea un problema de salud grave.
Tienes dolor… ¿Y ahora qué?
Una opción utilizada por demasiadas personas para hacer frente al dolor es tomar fármacos de venta libre e incluso medicamentos de venta con receta. Hay varias razones para reconsiderar esta opción. En primer lugar, como mencioné anteriormente, el dolor es una forma de que nuestro cuerpo nos diga: “¡Hey, debes arreglar algo, estás dañando tu cuerpo!” Si tomas un medicamento con el fin de eliminar el dolor temporalmente, estás haciendo caso omiso de este mensaje y permitiendo que el daño continúe. Por desgracia, demasiados servicios de salud ofrecen soluciones que abordan los síntomas en lugar de las causas. Por no hablar de que cualquier solución farmacéutica viene con una serie de posibles efectos secundarios. En cierto sentido, tomar una píldora es la forma más fácil de evitar el trato con el dolor. No requiere ningún esfuerzo. Lamentablemente, demasiadas personas creen que es la solución más sencilla y la más atractiva. En el mundo real, rara vez este es el mejor enfoque del problema.
¿Por qué sufrir?
Si tienes dolores, tu primera tarea es tratar de descubrir lo que tu cuerpo te está diciendo. Estas son algunas posibles fuentes de dolor a tener en cuenta:
Dolor tóxico. Tu dolor de cabeza puede estar causado por un aumento del nivel de azúcar en la sangre o por algún otro producto tóxico. No creas que puedes aprender a ignorar el dolor.
Dolor por mala postura. Si tienes mala postura crónica, vas a tener más tensión en tus articulaciones y músculos que se traducirá en dolor.
Deficiencias nutricionales: Las investigaciones sugieren que la mayoría de las personas no obtienen todos los nutrientes que necesitan de los alimentos que consumen. Esto se debe en parte al procesado de los alimentos y a la poca variedad de los menús que muchos de nosotros tomamos. Tu dolor, sobre todo si es crónico, podría tener sus raíces en una deficiencia nutricional.
Problemas musculares: Utilizas tus músculos todos los días. A veces se utilizan músculos que no se han utilizado en años. En ocasiones puedes sufrir una leve distensión muscular, sobre todo si tus músculos no están suficientemente ejercitados. Si no haces ejercicio con regularidad tus músculos se debilitan lentamente y se atrofian. La consecuencia: puedes sufrir con más frecuencia distensiones musculares.
Dolor musculo-esquelético: Tu columna vertebral y todas tus articulaciones están diseñadas para moverse de una forma concreta. Las lesiones o formas de movimiento anormales pueden crear puntos de restricción o “subluxaciones” que pueden causar dolor y, en definitiva, reducir tu movilidad.
La mayoría de los dolores crónicos son exactamente eso: crónicos. Esto significa que pasó un tiempo hasta que se dieron las circunstancias físicas que lo han generado, luego aliviar el dolor también podría llevar un tiempo. Pero puedes hacer muchos y significativos progresos para la corrección de tu problema en cuestión de unas pocas semanas, con la debida orientación de un profesional de la salud.
Abordar la causa
La causa de tu dolor puede no ser la que tu crees. Un profesional de la salud, que no se centre en la administración de medicamentos, como un quiropráctico, estará en mejores condiciones para averiguar la causa original de tu dolor.
Tu quiropráctico puede tener que examinar la postura, la dieta, los músculos y el sistema músculo-esquelético, para determinar claramente la causa o causas de tu dolor. Pero no esperes una “solución rápida”. Es probable que tu dolor tenga varias causas y que tardara tiempo para abordarlas.
Tu quiropráctico no es el único responsable de tu salud. Depende de ti tomar cartas en el asunto de tu salud. Sí, requiere más esfuerzo que tomar una píldora, pero el beneficio es muy superior y fundamental para tu calidad de vida.
Considera tu bienestar y una vida sin dolor como marcar un gol para un equipo de fútbol. Tu profesional de la salud es tu entrenador y tú eres el jugador estrella del equipo. El éxito depende, no solo de la formación que te da el entrenador, sino también del esfuerzo que tu haces. Por lo tanto, asume la responsabilidad y haz tu parte para conseguir tu bienestar general.
Después de todo, se trata de tu cuerpo.